1.2. Fase de Formulación Presupuestaria

En esta fase se estiman los ingresos por recaudarse en el año y los gastos a realizar, en concordancia con los objetivos, las metas institucionales. Los administradores públicos se enfrentan a un conjunto ordenado de decisiones con respecto a: la asignación de los gastos para el cumplimiento de diversos fines y la recaudación de los ingresos con que financiarlos, buscando dar respuesta a una serie de interrogantes como:

¿Qué objetivos y metas se desean lograr de acuerdo con las políticas internas y externas y la planificación de mediano y largo plazo?

¿Cómo priorizar los objetivos y metas que se desean lograr?

¿Qué recursos van a ser necesarios?
¿Cómo se van a financiar?
¿De qué modo se van a alcanzar los objetivos y las metas?
 

En el proceso de dar respuesta a dichas inquietudes, las diferentes unidades de la institución identifican sus necesidades y a su vez, definen los objetivos, las metas, la estructura de gastos y sus respectivas fuentes de financiamiento; aspectos que son canalizados a los niveles superiores para la elaboración de un proyecto de presupuesto.

 
Técnicamente las NTPP definen esta fase en los siguientes términos:
Importante
Es importante considerar que...
 
 

... Fase de formulación: Corresponde a la fase del proceso presupuestario que comprende el conjunto de normas y procedimientos sistemáticos, coordinados y ordenados de carácter técnico, legal y administrativo para la elaboración del presupuesto institucional. (Norma 4.1.1).

 

Al formularse el presupuesto, se debe de valorar una serie de aspectos relativos a las actividades que realiza la institución y que se ubican tanto a lo interno como en su entorno. Parte de esos aspectos se señalan como elementos mínimos en las normas 4.1.1, 4.1.2 y 4.1.3., que en resumen corresponden al entorno macroeconómico que afecta a la institución, las proyecciones plurianuales del financiamiento institucional y de sus principales obligaciones financieras, el marco jurídico institucional, el marco estratégico (el cual comprende entre otros la misión, visión y objetivos estratégicos de la institución, los planes institucionales de mediano y largo plazo), los resultados de la valoración de riesgos, los resultados de la evaluación física y financiera de la gestión de periodos anteriores, las políticas y lineamientos internos y externos emitidos por instancias competentes y las proyecciones de la situación financiera, entre otros.

 

Resulta también de importancia el uso de métodos idóneos para la proyección de los ingresos y gastos, con el fin de preveer lo más cercano posible a la realidad que enfrentará la institución en el futuro próximo. Ello significa que los cálculos son aproximaciones de la realidad -no son necesariamente coincidirán con la ejecución real-, pues existen factores exógenos y endógenos que afectan el ejercicio presupuestario y no todo puede preverse tal y como sucederá en el futuro; no obstante, es necesario en la medida de lo posible, procurar una buena anticipación y minimizar los riesgos existentes y probables.

 

Los indicadores, con los cuales se medirán los resultados de la entidad, constituyen herramientas fundamentales que apoyan la toma de decisiones, por lo que es preciso que queden claramente establecidos y cuantificados en esta fase, para contar con información que permita determinar de dónde se parte y hacia dónde se dirige la institución en términos de objetivos y metas. Lo anterior permite que el impacto de los programas sustantivos -en la solución de las demandas sociales- pueda ser evaluado posteriormente.